miércoles, 2 de abril de 2008

El entierro indiscriminado de residuos sólidos urbanos en Argentina por Mariela Díaz*.

Problema y cuestión social

Parto de la idea que sostiene que la sociedad genera un proceso que a la vez que satisface sus propias necesidades degrada su propio ambiente produciendo diferentes tipos de contaminación. En este sentido, el entierro indiscriminado, en las condiciones actuales, de los residuos que la sociedad genera, constituye un problema de orden social y económico en nuestros días.

Si bien no se trata de un problema central en la jerarquización de problemas que afectan a la sociedad actual, la problemática constituye un entramado de problemas con significación social que si no se resuelven o re-significan, traduciéndose en el cambio de prácticas y hábitos para el tratamiento de los residuos por parte de la sociedad, nos lleva a preguntarnos si a largo plazo representa una amenaza a la cohesión social y por lo tanto la sociedad como tal. Una muestra de ello es lo que podríamos denominar la cuestión de la gobernabilidad de las grandes aglomeraciones urbanas y la existencia de la variada normativa que existe (en tanto formas de regulación) en todas las instancias estatales (nacional, provincial y municipal) sobre la temática en cuestión.


Perspectiva histórica de la problemática

Las sociedades contemporáneas deben darse una respuesta en torno al tema de los residuos que generan. Seleccionar lugares para disponerlos, instrumentar métodos que no obstaculicen la construcción y el desarrollo de centros urbanos, son algunos aspectos de dicha temática. Históricamente variaron las formas utilizadas para dar fin al ciclo de utilidad de los bienes de la sociedad y fueron diversos los espacios (fondos de viviendas, vía pública, etc.) y métodos (incineración y entierro) que se han utilizado al momento de su disposición final.

Como venimos diciendo, en las sociedades modernas, el sistema de gestión de los residuos es una cuestión (política) estatal. En nombre del interés general, el estado transforma la disposición y recolección de los desechos de la sociedad en un servicio público, dando lugar a la legitimación de sistemas de normas y hábitos para la disposición y tratamiento de los residuos según un momento y contexto histórico particular.

En los principales centros urbanos se visualiza que la disposición por parte de los sujetos que generan residuos se realiza en la vía pública (generalmente en la puerta de sus viviendas) y luego son recogidos mayoritariamente por empresas recolectoras con camiones que poseen tecnología adecuada para ello (o por los cartoneros con sus manos).

Breve conceptualización de la problemática

Desde la mirada de la ideología económica hegemónica, que postula de manera central el principio de la maximización de la ganancia y partir de la cual tiene lugar la idea del pensamiento único (económico), que construye y legitima un sentido común, tienen lugar prácticas económicas, entendidas como un sistema que organiza la producción, distribución y consumo de los bienes que la sociedad requiere para satisfacer sus necesidades. Dichas prácticas cobran un lugar relevante en la medida que son consideradas “productivas” y esto se contrasta si previamente pasan por “la prueba” del mercado, entendido como el espacio donde a través de experimentaciones, se produce el intercambio de bienes. Desde el pensamiento neoliberal, el mercado perfecto se demuestra con la libre competencia y autorregulación (es decir, la mínima y/o prácticamente nula intervención del Estado).

Así, pareciese consolidarse la idea de que el tratamiento de los residuos solo es eficiente si el mismo es regulado por el mercado (por el capital), dando lugar así a la mercantilización del tratamiento de los residuos, mediante su adjudicación, por parte del Estado, a grandes grupos económicos.

Esto genera que las formas de disposición se enmarquen en la lógica utilitaria que no vislumbra en la actualidad ni en el futuro los efectos de degradación del medio ambiente que genera el entierro indiscriminado de residuos. Dando lugar así a contradicciones entre la acumulación de capital y las formas de tratamiento que la sociedad se da a si misma, para el tratamiento de los residuos que genera.

Solo me dedicará aquí a la parte final del circuito de los residuos una vez que fueron recogidos de la vía pública por parte de empresas prestatarias: el entierro indiscriminado en rellenos sanitarios
[1].

Algunos Indicadores

Las contradicciones a las que hago referencia se manifiestan mediante indicadores como la contaminación ambiental: debido a que “los rellenos sanitarios emiten al ambiente sustancias tóxicas que pueden contaminar el aire, el suelo y las aguas subterráneas
[2]” y las diferentes manifestaciones físicas que generan a los sujetos produciendo “enfermedades asociadas a vivir cerca de este tipo de vertederos” como “el cáncer y las malformaciones congénitas”[3].

Una de las formas en que se evidencia la problemática es a través de la disputa entre ciudadanos “vecinos” que reivindican sus derechos a vivir en un ambiente sano
[4], desalentando la construcción de nuevos rellenos sanitarios y evitando el ingreso de camiones que descargan residuos en ellos[5] por un lado y grupos hegemónicos[6] (empresas de recolección y funcionarios estatales que defienden los intereses del capital) que sostienen y aseguran prácticas tradicionales y obsoletas, perjudiciales para los ciudadanos, en el tratamiento de los desechos que toda la sociedad genera.

Diversas miradas sobre el problema y soluciones posibles

Por este motivo, en forma paralela, diversos sectores de la sociedad proponen formas alternativas para el tratamiento y disposición de los residuos como la fabricación de productos con insumos no perjudiciales para el medio ambiente y el reciclado. A mi entender, según José Luis Coraggio, estas prácticas podrían devenir en nuevas formas y propuestas (contrahegemónicas) que propugnen una resignificación por parte del Estado y de la sociedad en su conjunto, de la problemática en cuestión.

Desde la gestión estatal, la ausencia de regulaciones adecuadas que contemplen la instancia de disposición final de los desechos que la sociedad genera para satisfacer sus necesidades, al momento de seleccionar los insumos para su elaboración, provoca que dichos productos devenidos en residuos, en su disposición final no contemplen los prejuicios ocasionados en el ambiente donde son depositados.

El sujeto de la problemática

El sujeto directamente imbricado en esta problemática es quien reside en zonas aledañas, a los que la sociedad determina para disponer sus residuos. Los rellenos sanitarios acentúan la desigualdad social, ya que paradójicamente los desechos se ubican en las zonas donde viven sujetos con menores recursos. Por otro lado, la imposibilidad de los sujetos de vender su fuerza de trabajo en el mercado laboral, hace que encuentren, en la obtención de recursos obtenidos en los rellenos sanitarios, un modo de satisfacer sus necesidades mínimas.

Perspectivas

La perspectiva es el fomento de prácticas de reciclado y el uso de materiales ecológicos para elaborar los bienes que la sociedad requiere. El uso de materiales alternativos a los tradicionales para la elaboración de los productos y la consecuente relación entre normativa y política constituyen un contexto necesario para que esto sea posible.
También se propone la inclusión de nuevos sujetos (como los recuperadores urbanos) que se ocupen del tema restando poder al ejercicio prácticamente monopólico de las empresas de recolección y disposición de residuos.

[1] La Ley 1854 (conocida como basura cero) en el Art. 35. denomina “relleno sanitario a la técnica para la disposición final del resultante de los residuos sólidos urbanos en el suelo, sin causar perjuicio al ambiente y sin ocasionar peligros para la salud y la seguridad pública, utilizando principios de ingeniería para confinar los residuos en la menor superficie posible reduciendo su volumen al mínimo practicable”.

[2] Para mayor información sobre este aspecto puede verse el documento. (páginas 9 y 10) http://www.greenpeace.org.ar/basuracero/informes/resumendelos_inpactos.pdf
[3] Es de larga data, el reclamo de vecinos/as que viven en zonas aledañas a los rellenos sanitarios, quienes aseguran que la modalidad actual de disposición de residuos contamina el medio ambiente afectando directamente su salud. Para mayor información ver:
http://www.econoticias.org.ar/econoticias/modules.php?name=News&file=article&sid=278
[4] Art. 41 de la constitución nacional: (1er párrafo). Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer la de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental genera prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley.
[5] http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-75631-2006-11-04.html
[6] http://www.clarin.com/diario/2003/01/31/s-03901.htm

*Mariela Díaz es Licenciada en Trabajo Social.

1 comentario:

Cristian Fernández dijo...

Mariela: miles de gracias por ilustrarnos sobre la problemática de los rellenos sanitarios y el tratamiento de los residuos. Sinceramente el artículo tiene todo: la mirada social, económica y ambiental de la cuestión.
Creo que las alternativas a las que te referis no se implementan porque el problema ambiental no figura entre las prioridades de la agenda del gobierno salvo cuando ocurre un hecho como los cortes en Gualeguaychú por las pasteras. No se invierte en mejorar el procesamiento de residuos incumpliendo con las garantías constitucionales de un medio ambiente apto y sustentable para la vida humana (art. 41 CN) y el derecho a la salud de nuestros habitantes (art. 14 CN).De todos depende, funcionarios y ciudadanos tomar conciencia de la problemática y comenzar a actuar con responsabilidad intergeneracional.
Nuevamente gracias.